¿Quieres convencer a un amigo o a tu pareja de hacer ejercicio contigo? Bueno, probablemente lo estás haciendo al revés y empeorando todo. Así que aquí te dejo cómo engancharlos.
Considera la perspectiva de esa persona
Piensa por qué él o ella no quiere estar en el gimnasio. La intimidación y la motivación son las mayores barreras.
Las redes sociales están llenas de videos de personas "exageradas" en el gimnasio, lo que lo hace parecer un lugar apto sólo para aquellos súper experimentados.
Pues no lo es. Y los que estamos ahí regularmente lo sabemos demasiado bien. Pero quiero decir, vamos, es fácil ver por qué las personas pueden huir de la idea de encontrar un gimnasio e introducirse a ese estilo de vida. Creo que es necesario que haya algún tipo de introducción que permita a una persona entrar fácilmente.
La ansiedad social puede ser lo que más influye al evitar que alguien realmente se sumerja y aprenda a disfrutar del ejercicio. Aunque igual y te puedes preguntar, “¿no pueden estas personas tímidas ejercitarse en casa?"
¡Claro que pueden! Pero cuando aún no se ha establecido una rutina, la lavandería, la cocina, la limpieza y el tiempo en familia siempre serán una distracción. Siempre habrá una montaña de excusas en casa que pueden quedar atrás saliendo de ahí para hacer ejercicio.
Cómo ayudar
Ofrécele a esta persona algunos horarios o lugares para hacer ejercicio que sean tranquilos y donde haya poca gente. Déjala entrar en el ritmo de las cosas antes de experimentar el gimnasio en la hora pico. Enfatiza el hecho de que estará "muerto" en ese momento y así te sorprenderás de cuán rápido se motiva con la idea de trabajar más a menudo.
Ahora hablemos de motivación y seamos un poco científicos con ella. La motivación para seguir una rutina es diferente de una persona a otra. Aunque los factores como la apariencia, recompensas sociales y elogios son a menudo razones por las que uno comienza a hacer ejercicio, desafortunadamente, no están realmente vinculados al cumplimiento a largo plazo de este estilo de vida.
Por ejemplo, digamos que "Andrea" se mete en un régimen de ejercicios para vengarse de su ex por cortarla. Ella quiere darle celos y llamar su atención mejorando su físico y consiguiendo un cuerpo de ensueño. Pero espera ... A medida que pasa el tiempo y su ira se desvanece, también lo hará su deseo de aparecer y llamar su atención o de matarlo en el gimnasio. ¿Por qué?
Porque estas emociones no son sostenibles. ¿Quieres abs? ¡Cool! Pero si lo haces para verte bien para otras personas, esa motivación comienza a deslizarse y ser reemplazada por otras necesidades y prioridades.
Entonces, cómo ayudar realmente: ayuda a tu amigo(a) o pareja a desarrollar una motivación intrínseca. Se ha demostrado una y otra vez que encontrar motivación a través del disfrute, la interacción social y la satisfacción personal promueve una adhesión más duradera a los cambios en el estilo de vida. Así que…
- ¡Asegúrate de que disfruten el entrenamiento!
- Elige una modalidad de ejercicio que les atraiga. No los obligues a hacer levantamiento de pesas si el gym convencional les atrae más.
- Asegúrate de darles reconocimiento verbal de sus mejoras. Cuanto más lo escuchen, más motivados estarán.
- La comunidad lo es todo. Encontrar un gimnasio que coincida con sus intereses les dará esa sensación de compañerismo y responsabilidad. ¿Por qué crees que tanta gente se mete a Crossfit? Es ese sentido de comunidad lo que hace que la gente se acerque.
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