Los beneficios de la actividad física

Los beneficios de la actividad física

¡Deja de procrastinar y empieza a hacer ejercicio! Los beneficios de la actividad física son demasiado grandes para ignorarlos.


Siéntete más joven, vive más tiempo. No es un eslogan: estos son los beneficios reales del ejercicio regular. Las personas con altos niveles de actividad física tienen un riesgo menor de morir por una variedad de causas.

Hay más buenas noticias. El ejercicio mejora el sueño, previene el aumento de peso y reduce el riesgo de presión arterial alta, derrame cerebral, diabetes tipo 2 e incluso depresión.

Además, el ejercicio no es sólo importante para las personas que ya viven con afecciones de salud. Si podemos ver los beneficios del ejercicio moderado en personas que se están recuperando de una enfermedad, es posible que veamos beneficios aún mayores en aquellos de nosotros que generalmente estamos bien.


Aptitud Física: Fundamentos Del Ejercicio

La actividad física no tiene que ser extenuante para producir resultados. Incluso el ejercicio moderado de cinco a seis veces por semana puede llevar a beneficios de salud duraderos.

Al incorporar más actividad física en tu vida, recuerda tres pautas simples:

  • Haz ejercicio a intensidad moderada durante al menos 2 horas y 30 minutos durante el transcurso de cada semana.
  • Evita los periodos de inactividad; un poco de ejercicio en cualquier nivel de intensidad es mejor que ninguno.
  • Al menos dos veces por semana, complementa el ejercicio aeróbico (cardio) con actividades de carga de peso que fortalezcan todos los grupos musculares principales.

Aptitud física: hacer del ejercicio un hábito

La razón número uno por la que la mayoría de las personas dice que no hacen ejercicio es la falta de tiempo. Si te resulta difícil incluir períodos prolongados de ejercicio en tu programa, ten en cuenta que los períodos cortos de actividad física en segmentos de 10 minutos te ayudarán a lograr beneficios para la salud. Incluso en ausencia de pérdida de peso, períodos de ejercicio relativamente cortos todos los días reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Fíjate metas realistas y da pasos pequeños para adaptar más movimiento a tu vida diaria, como subir las escaleras en lugar del elevador y caminar al OXXO en lugar de manejar. La clave es comenzar gradualmente y estar preparado. ¡Ten tus tennis y música listos para que no haya pretextos!


Para ayudarte a mantener tu nuevo hábito de ejercicio, varía tu rutina, como nadar un día y caminar al siguiente. Sal y empieza un juego de fútbol con tus amigos o hijos. Incluso si el clima no coopera, ten un plan B: usa una bicicleta estática en tu casa o considera unirte a un gym, un Crossfit, o clases de baile, pilates, etc. El truco es llegar al punto en el que veas el ejercicio como lavarse los dientes, como algo esencial para tu bienestar.

Recuerda que la actividad física es alcanzable. Incluso con pequeños cambios, puedes obtener grandes recompensas que valdrán los años que vienen.


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