Los 10 mejores hábitos para vivir hasta los 100 - PARTE 1

Los 10 mejores hábitos para vivir hasta los 100 - PARTE 1

¿Quieres vivir una vida más larga y sobretodo SALUDABLE?

Mira tus hábitos diarios.

Las elecciones que hacemos en lo que respecta a lo que comemos, el ejercicio y el sueño pueden tumbarnos o levantarnos. Con qué frecuencia nos adentramos en la naturaleza, damos un paseo y meditamos también.

No existe una solución única para la longevidad. Pero tenemos la capacidad de

tomar decisiones conscientes de la salud que nos prepararán para una vida mejor y más larga. 

A continuación te mostraremos nuestros 10 hábitos favoritos en una serie de 2 artículos. Empezaremos con 5. Te desafiamos a que los explores con la mente abierta. Aunque algunos pueden parecer pequeños y algunos pueden parecer desalentadores, todos son simples, y cada uno te ayudará a optimizar tu salud.

Este es un proceso y lleva tiempo. Sé amable contigo mism@ mantente abiert@ al aprendizaje.

 

 1. Come menos

Incluso más que marcar las casillas correctas sobre los alimentos que comes, cuánto comes afecta tu esperanza de vida. Menos es más. Comer menos reduce el estrés en tu cuerpo para procesar y digerir los alimentos. Esto permite una mejor funcionalidad porque tu cuerpo no tendrá que procesar tanta cosa. 

 No se trata de matarse de hambre. Simplemente dale a tu cuerpo lo que necesita. No comas hasta quedarte 100% llen@, sino hasta llenarte ¾ o un 80% de tu capacidad.

 Otra manera es hacer ayuno intermitente. Estas prácticas ayudan a restablecer tu metabolismo para que tu cuerpo pueda funcionar más eficazmente. Además se estimula la autofagia (el proceso de autolimpieza de las células), se disminuye la inflamación y mantienes bajo control el azúcar en sangre.

No te preocupes, no te va a dar el soponcio. Tu cuerpo tiene con qué trabajar para mantenerse funcionando y con energía.

Cómo empezar: Cena más temprano y desayuna más tarde. Empieza con 14 horas entre las dos comidas y acumula hasta 16 horas si puedes unos días a la semana. 

*Siempre acompañado de un profesional ya que hay algunas personas a las cuales no se les recomienda el ayuno intermitente*.

 

 2. Come bien

El proceso de ajustar tu dieta puede ser tedioso, pero existen beneficios tangibles al hacerlo. Reducir radicalmente el consumo de dulces, alimentos procesados ​​y bebidas azucaradas son un gran punto de partida. Además de reducir el consumo de azúcares y alimentos con almidón, es una buena idea limitar tu ingesta de proteínas animales. No tienes que eliminarlos ni mucho menos, pero reducir su ingesta puede afectar para bien tus genes de longevidad.

 Las altas cantidades de aminoácidos de cadena ramificada que se encuentran en las proteínas animales estimulan el mTOR, uno de los genes de longevidad. Cuando eres joven, estos niveles de mTOR están bien, pero a medida que envejeces desearás inhibirlo. 

 Cómo empezar: Puedes intercambiar proteínas animales por proteínas vegetales en la cena por ejemplo (ya que tienen un aminoácido diferente), así mantendrás el gen de la longevidad bajo control.

 

3. Mantente activ@

El ejercicio físico tiene muchos beneficios, pero la clave aquí es estar activos con la mayor frecuencia posible, y una hora en el gimnasio no es exactamente a lo que me refiero.

 En la medida de lo posible, concéntrate en ser una persona física en tu vida diaria. Camina, usa las escaleras, pasea por tu colonia. El objetivo no es forzarse a través de un entrenamiento o actividad física. En su lugar, simplemente dale la bienvenida a la oportunidad de realizar actividad física todos los días.

 Cómo empezar: Intenta caminar 10 minutos todos los días. Luego aumenta ese tiempo en 5 o 10 minutos cada semana. 

 

4. Prioriza el sueño

Dar prioridad al sueño es una pieza importante del rompecabezas. 

¿Conoces esa niebla mental que sientes cuando no tienes suficiente? Es porque tienes suficiente sueño REM y sueño profundo para que el cerebro se despeje. Por lo tanto, es posible que debas prestar más atención a tus hábitos diurnos. 

 Al final de la tarde los lattes, el consumo de alcohol, los aparatos electrónicos y la temperatura de la habitación pueden afectar tu sueño. Administra tu rutina para obtener mejores resultados. Apunta a dormir de siete a nueve horas, que es lo que requiere la mayoría de las personas.

 Cómo empezar: Mira tu horario diario. ¿Dónde puedes hacer ajustes para convertir el sueño en una prioridad?

 

5. Toma más agua

¿Sabes cuánto dependen nuestros cuerpos del agua? Fuera del oxígeno, es la sustancia más esencial para nuestra supervivencia.

Incluso nuestros cerebros dependen del agua, por lo que cuando estás deshidratado, no puede funcionar adecuadamente. ¿Esos momentos en los que te sientes malhumorad@ sin motivo? Intenta tomar agua y ver qué pasa. Puede que te sientas mejor.

 Y créeme, entiendo si tomar agua puede ser difícil. Para algunos no es la bebida preferida. Pero si intentas agregar cítricos o menta para tener un poco de sabor, alcanzarás tu objetivo más fácil. 

 Consejo saludable: Lo ideal es beber cuatro vasos bien grandes de agua al día, por lo menos.

 

Espero que te sirvan estos consejos y comiences a ponerlos en marcha. ¡La próxima semana subiremos el artículo con la segunda parte!

 


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