Todos tenemos una historia y a veces se nos olvidan pequeños detalles que han hecho la diferencia en este proceso, pero definitivamente me hubiera ahorrado ganas, tiempo, dinero y paz mental si hubiera sabido que algunas cosas de las que hacía estaban tan mal.
1. No acercarme a un profesional (entrenador certificado y/o nutriólogo)
2. Gastar mi dinero en suplementos con poca/nula evidencia científica.
3. Seguir tips y mitos sin fundamentos.
4. Enfocarme en hacer mucho cardio para bajar mi porcentaje de grasa.
5. Tenerle miedo a hacer pesas y cargar.
6. Querer ver resultados rápidos y desesperarme.
7. Fijar como ideal un tipo de cuerpo inalcanzable.
8. Sacrificar mi paz mental y mi vida social.
9. No darle importancia a mi relación con la comida.
10. Creer que los resultados sólo se reflejan en cambios físicos.
11. Creer que hacer más es mejor.
12. No darle importancia a detalles que hacen la diferencia:
- Calidad de sueño.
- Manejo de estrés.
- Salud hormonal.
- Salud digestiva.
- Lesiones.
13. No ser flexible y ser muy estrict@ conmigo mism@.
La realidad es que ser "fit" se trata de encontrar un balance en cada etapa de tu vida y disfrutar de todo el proceso.
La mejor inversión eres TÚ.
No escatimes si se trata de ti: alimentación, crecimiento personal, salud y todo aquello que te haga sentir bien.
Primero estás TÚ.
Si tú te haces feliz, vas a vibrar. Vas a contagiar.
Vas a brillar.
Por. Mariana Ceniceros.
Maestría en nutrición deportiva.
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